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Discurso Uribe

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febrero 23, 2024 Add Comment

 

Carta del Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez

Prólogo a la Política de Defensa y Seguridad Democrática

2003

Recuperar el orden y la seguridad -requisito cardinal para la vigencia real de las libertades y los derechos humanos- es preocupación central de este Gobierno. La Seguridad Democrática es lo que se requiere para garantizar la protección de los ciudadanos. Que el Estado proteja a todos por igual y sin distinción, para que todos los colombianos puedan disfrutar de sus derechos.

La Seguridad Democrática tiene unos principios guías y unas políticas que están en desarrollo. En este documento presentamos la carta de navegación de lo hecho y de lo que está por hacer, para que servidores del Estado, miembros de la Fuerza Pública y ciudadanos conozcan el conjunto de nuestra política de seguridad y participen en ella.

La Seguridad Democrática se diferencia de las concepciones de seguridad profesadas por regímenes autoritarios, partidarios de la hegemonía ideológica y la exclusión política. Este Gobierno no hace suyas concepciones de otras épocas como la "Seguridad Nacional" en América Latina, que partía de considerar a un grupo ideológico o partido político como "enemigo interno". Nosotros predicamos que todos son bienvenidos en la democracia. La oposición, los que disientan de las ideas del Gobierno o de su partido, serán protegidos con el mismo cuidado que los amigos o partidarios del Gobierno.

No hay contradicción entre seguridad y democracia. Por el contrario, la seguridad garantiza el espacio de discrepancia, que es el oxígeno de toda democracia, para que disentir no signifique exponer la seguridad personal. Pero hay que trazar una línea nítida entre el derecho a disentir y la conducta criminal. Sólo cuando el Estado castiga implacablemente el crimen y combate la impunidad hay plenas garantías para ejercer la oposición y la crítica.

La antípoda de la política democrática es el terrorismo, que pretende imponer por la violencia su voluntad sobre los otros, al costo de la vida de miles de civiles. Es lo que hemos visto en los atentados del club El Nogal en Bogotá y de Neiva. Es lo que hemos visto en Fortul, Arauca, donde terroristas engañaron a un niño con una bicicleta bomba que luego activaron, acabando con su vida. Frente al terrorismo sólo puede haber una respuesta: derrotarlo. Quienes persistan en el uso de esta práctica criminal, soportarán todo el peso de la ley

Los colombianos no cederemos ante esa amenaza. La vamos a derrotar con la colaboración de toda la ciudadanía. El concepto clave aquí es solidaridad. Solidaridad entre los ciudadanos y solidaridad con la Fuerza Pública. Este principio, esencial en el texto de nuestra Constitución, es fundamental para la convivencia, para la creciente consolidación en la integración profunda del pueblo colombiano. La masiva respuesta de la población a la cooperación dentro del marco institucional ha demostrado la determinación del pueblo colombiano de acabar con el terrorismo.

También necesitamos la solidaridad de otros países, en especial de la región, para frenar el terrorismo y su aliado el narcotráfico. Tenemos que congelar sus cuentas, perseguir a sus hombres, entregarlos a la justicia. Lo he dicho en repetidas ocasiones: quien toma la decisión de albergar el terrorismo termina siendo víctima del terrorismo. Para derrotar el terrorismo no hay soberanía de naciones, sino soberanía democrática. La lucha es de la soberanía de los Estados y de las naciones democráticas contra la soberanía del terrorismo. La lucha es de todos contra el terrorismo.

Requerimos eficacia con transparencia. Eficacia, que se mide en resultados, y transparencia, que se mide en la observancia de los derechos humanos. Tenemos la suerte en Colombia de contar con una Fuerza Pública respetuosa como ninguna en el continente de la democracia y del orden constitucional. La eficacia dentro de la transparencia y del acatamiento al ordenamiento jurídico es la base sobre la que debemos actuar.

Recuperaremos la seguridad de nuestros ciudadanos sin limitar sus libertades. Colombia siempre ha sido ejemplo en América Latina de la libertad de prensa. No ha pasado por la mente de este Gobierno restringir esa libertad, con normas jurídicas excepcionales o permanentes. Sólo pedimos a los periodistas, como a todos los ciudadanos, actuar con responsabilidad a la hora de divulgar información que pueda poner en peligro la seguridad de todos.

Nuestra actuación será de frente y con las cartas sobre la mesa. La Fuerza Pública constituye el elemento coercitivo de la Constitución para proteger la vida, la libertad y los bienes de los ciudadanos. No es un actor de guerra ni de conflicto y no debemos permitir que se le iguale a grupos violentos, contra los cuales actuará con absoluta determinación, llámense como se llamen. La legitimidad de nuestras instituciones depende de nuestra determinación de luchar por igual contra toda organización, grupo o persona que amenace la seguridad de los ciudadanos, de las instituciones y de la democracia.

Tenemos tanta generosidad para albergar a los que desistan de la vía violenta, como firmeza para derrotar el terrorismo. Así como no desmayaremos para derrotar al último de los terroristas, los que quieran hacer la paz con el Estado colombiano tienen la oportunidad de hacerla rápidamente, acogiéndose a la política de desmovilización. Hemos hecho un llamado a los jóvenes campesinos, a los jóvenes de los sectores urbanos que han sido engañados o forzados a hacer parte de los grupos violentos a que abandonen las armas. Cómo se frustra la familia del campesino, cómo sufre la familia urbana cuando los hijos son obligados por estas organizaciones a ingresar a sus filas. Tenemos toda la disposición de acoger a todos aquellos que renuncien a la violencia, a darles todas las garantías de seguridad y las oportunidades de educación para que se reintegren a la sociedad. Quienes manteniendo pudor político crean que aún tienen ideas para defender, que rechacen la vía de la violencia y vengan a desmovilizarse o a hacer un acuerdo de paz con el Gobierno. Les daremos todas las garantías para ejercer la política que merece el disidente en la democracia.

La seguridad no se alcanza sólo con los esfuerzos de la Fuerza Pública. Este va a ser un esfuerzo de todo el Estado, de todos los colombianos. Una estructura estatal fuerte, apoyada en la solidaridad ciudadana, garantiza el imperio de la ley y el respeto de los derechos y libertades.

El imperio de la ley es también garantía de desarrollo y prosperidad económica. Cada vez que hay un secuestro se afecta profundamente la confianza de los inversionistas, se dispersan los capitales y se pierden fuentes de empleo. Cuando la Seguridad Democrática desarrolla una política para eliminar el secuestro, está defendiendo al pueblo y las garantías sociales básicas.

Hemos avanzado, pero el camino es largo. Este es un esfuerzo de años, que requiere perseverancia en la política y resultados concretos para que sea sostenible nuestra demanda permanente de apoyo a los ciudadanos, para que paguen sus impuestos con convicción, para que los soldados y los policías estén acompañados permanentemente por el ánimo popular. No descansaremos hasta hacer de la Seguridad Democrática una realidad para todos los colombianos.

DECLARACIÓN DEL PRESIDENTE ALVARO URIBE VÉLEZ TRAS ATENTADO EN EL NOGAL

Bogotá, 8 feb. CNE. La siguiente es la declaración del presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, en horas de la madrugada, al finalizar su recorrido por las instalaciones del Club El Nogal de Bogotá, horas después de que éste fuera víctima de un atentado terrorista:

“El país sufre nuevamente una terrible arremetida de esto grupos. Quiero expresar a todos los heridos, a sus familiares y a los familiares de quienes han fallecido todo nuestro sentimiento de solidaridad, de dolor.

Quiero decirle al pueblo de Bogotá, que todos los colombianos estamos con nuestra capital. Es un momento de mucho dolor, pero también tiene que ser un momento de mucho compromiso y de mucho respeto.

Cuando se tolera el terrorismo, el terrorismo simplemente tiene altibajos estratégicos pero nunca desaparece. La decisión que tiene que tomar Colombia es derrotar el terrorismo. Esta noche llamó nuevamente a la Fuerza Pública y a la Fiscalía a hacer un gran trabajo y a redoblar esfuerzos.

Ayer --por unas capturas de la Policía en Bogotá, y en Cundinamarca esta mañana con otras capturas que incluyen los terroristas de la bomba de diciembre en contra de residencias Tequendama--, habíamos tenido motivos de tranquilidad. Sin embargo, esta noche el terrorismo ha vuelto a hacer un profundo daño.

Vamos a redoblar esfuerzos para no capturar a algunos, sino a todos. Pido nuevamente el apoyo de todos los colombianos y de todos los bogotanos para que colaboremos con la Fuerza Pública y a ésta le pido que sea muy receptiva y que tenga la mejor disposición para recibir información y la ciudadanía proceda con mucha diligencia y determinación a informar.

La señora Ministra de la Defensa y el señor Alcalde de Bogotá constituyeron, desde el mes de diciembre, un fondo común para pagar recompensas. Acompañamos la oferta del señor Alcalde de una recompensa de 500 millones de pesos para que aquellas personas que den información, tengan adicionalmente un elemento económico que les ayude en el evento de tener dificultades económicas.

El país sigue siendo azotado por estos grupos. Hoy más que nunca debemos reiterar que con el terrorismo no se puede jugar. Al terrorismo no se le puede contemplar. A la arrogancia, a la ceguera del terrorismo no se le puede tener consideración. El mundo no debe venir a Colombia a pedirnos consideraciones con el terrorismo.

Necesitamos que el mundo democrático venga a Colombia a ayudarnos a derrotar el terrorismo. Necesitamos que así como se está dando en Naciones Unidas una discusión sobre el caso Irak, el mundo tome la decisión de ayudar a Colombia. Necesitamos la tecnología de los países democráticos, sus recursos técnicos, sus recursos financieros, sus sistemas de transporte, para que le ayuden a nuestra Fuerza Pública y a nuestra Fiscalía a derrotar los terroristas.

Esta tragedia es hija de esa mezcla que es la droga y la violencia, un nuevo padecimiento del pueblo colombiano. Mientras en muchos países del mundo toleran el consumo de droga, toleran el lavado de activos, fabrican insumos químicos que despachan a Colombia, aquí arman a estos grupos violentos, introducen tragedias como la que se registra esta noche en las calles de Bogotá.

Por favor: que el mundo no siga haciendo de esta tragedia de Colombia, simplemente una noticia, que tomen decisiones para ayudar a Colombia de verdad. Sé que los violentos han estado haciendo todos los esfuerzos para doblegar la férrea conciencia de los colombianos.

A pesar del dolor que todos sentimos, a pesar de la magnitud del dolor de los heridos, de la magnitud del dolor de los familiares que han fallecido, pido a todos los compatriotas que no cedamos ante el terrorismo, que no aflojemos en la decisión de derrotarlo, que fortalezcamos esta noche los resortes morales de la sociedad de Colombia, que la decisión sea un sola: sin vacilación a derrotar a los violentos, a capturarlos pero a todos.

Hay muy poco que agregar. Este impacto de esta noche es la convocatoria a la comunidad internacional. Algunos han sido demasiado consecuentes con el terrorismo colombiano, los reciben en sus países, les abren todos los canales de comunicación, los reconocen como legítimos interlocutores y no saben que simplemente los estimulan a cometer estos crímenes de lesa humanidad contra el pueblo colombiano.

Por favor: no más indulgencias, no más complicidad, no más blandura con el terrorismo, nosotros lo que necesitamos es derrotarlo. En Colombia tenemos toda la determinación. El mundo, que ha ayudado a financiarlos con el negocio de la droga, el mundo que ha ayudado a financiarlo con las instrucciones, el mundo que les ha guardado su dinero en los bancos internacionales, ese mundo debe cambiar hoy y ponerse del lado de las autoridades y del pueblo de Colombia para derrotar el terrorismo.

Me duele mucho tener que registrar estos hechos, desgarra el alma esta tragedia. Mis condolencias a este gran pueblo bogotano que ha sufrido tanto, a todos los compatriotas.

Sé que tendríamos que ser más eficaces para no evitar solamente dos o tres carros bombas sino para evitarlos todos. Tenemos años que los marcan los terroristas, nos acaban de hacer este daño tan grande pero si persistimos en la determinación, si persistimos en la acción, si persistimos a pesar del dolor y el desconcierto se tendrá que repetir lo que siempre ocurre para bien del pueblo: el delito hace mucho daño pero no triunfa, el triunfo finalmente será de la democracia, del ordenamiento jurídico de la gente de bien.

A mis compatriotas, en medio del dolor, una voz de ánimo. Colombia está en un momento único ideal para derrotar el terrorismo y al mundo no más divagaciones, no más debate estéril, al mundo democrático he pedido determinación para que nos ayuden a superar este daño tan grande que han ayudado a causar.

A todos, en medio del dolor, un saludo con afecto y al mismo tiempo una convocatoria para que unida nuestra Policía, nuestro Ejército, nuestra Fiscalía, nuestras autoridades civiles, nuestro pueblo con un apoyo que esperamos sea fervoroso, eficaz y resuelto de la comunidad internacional, emprendamos el camino definitivo de derrotar el terrorismo”.